Especial anticupido

En este día tan esperado por much@s por los regalitos, las saliditas, el paseo a la playa, los chocolates, las flores, los peluches, los globos metálicos, los sms de los amigos, el día entero en el telo; las mostras han querido festejar, el desamor, porque no todos celebramos a San Valentín.

Acá una serie de textos, poemas, videos, de gente que no tenía motivos para celebrar el día del amor. Para que no te sientes incomprendido en el festejo sanvalentiniano.

Las Mostras


Nuestra sociedad no tiene ya código amoroso. En cada relato privado, íntimo, inconfesable, buscamos descifrar los meandros de ese mal que tiene una relación tan extraña con las palabras. Idealización, estremecimiento, exaltación, pasión; deseo de fusión, de catástrofe mortal tendida hacia la inmortalidad, el amor es la figura de las contradicciones insolubles, el laboratorio de nuestro destino.
Mostra Julia Kristeva



El amor no es un acto natural. Es algo humano y, por definición, lo más humano, es decir, una creación, algo que nosotros hemos hecho y que no se da en la naturaleza. Algo que hemos hecho, que hacemos todos los días y que todos los días deshacemos.

Mostro Octavio Paz



La mejor defensa contra el amor es repetirse, hasta el hartazgo, que esta pasión es una tontería, que no vale la pena, etcétera. Pero la tendencia de un amor es precisamente hacernos creer que se trata de un gran acontecimiento, y su belleza consiste precisamente en la ininterrumpida conciencia de que algo extraordinario, inaudito, nos está sucediendo.

Mostro Cesare Pavese





Hay un modo de que me hagas completamente feliz, amor mío: muérete.

Mostro Jaime Sabines




Una canción para Angellita de Malagua

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.

Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.

Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?

Mostro Jaime Sabines



- Yo, Pamela, he decidido estar enamorado de ti -le dijo.
- ¿Y por eso -saltó ella- destrozas todas las criaturas de la naturaleza?
- Pamela -suspiró el Vizconde-, no tenemos ningún otro lenguaje para hablarnos, salgo ése. Cada encuentro de dos seres en el mundo es un desgarrarse.

Mostro Ítalo Calvino



El arte de perder no es un arte difícil;
tantas cosas parecen colmadas de un propósito
de pérdida que cuando se pierden no es muy trágico.

Pierdan a diario algo. Acepten la molestia
de extraviar el llavero, la pérdida de tiempo.
El arte de perder no es un arte difícil.

Practiquen perder, luego, más cosas y más rápido:
lugares, nombres, dónde era que estaban yendo.
Ninguna de estas cosas es demasiado trágica.

Perdí el reloj materno. Y miren, se me ha ido
la última,o penúltima, casa que tanto amaba.
El arte de perder no es un arte difícil.

Dos hermosas ciudades, perdí. Y algunos reinos
que poseía, dos ríos y un continente.
Y aunque, sí, los extraño, no fue una cosa trágica.

Incluso tras perderte (la voz mordaz, un gesto
que amo) no habré dicho una mentira. Es obvio
que el arte de perder no es cosa muy difícil
aunque parezca a veces (¡anoten!) algo trágico.

Mostra Elizabeth Bishop



- Sí, voy a matarlo. Ya comencé. Matar no quiere decir que uno tome un revólver y haga ¡bum! No es eso. Uno mata en el corazón, va dejando de querer. Y un buen día la persona muere.

Mostriño Zezé en Mi planta de naranja Lima



Hoy el agüita salada
no es de la mar
es de tanto querer
de tanto llorar

Mostro Luchito Hernández



San Valentin encontró a su novia con un amante entre las piernas, tres consoladores mordidos y una máscara mojada con la que frotaba la espalda de otro soberbio mozo de cantina striptisera. Arañazos en la espalda y jebes atorados en el baño, vino mezclado con una que otra sustancia. San Valentín los bendijo uniéndose a la fiesta. San Valentín bendice el amor libre en sagrada orgía y se olvida al fin de las rosas disfrazadas de promesas..... Se olvida de la tarjetita y los ositos cojudones que nos alzan hasta el cielo, para estrellarnos en el rico pavimento. San Valentín bendijo el amor puro de la infiel amante, porque compartir en el silencio secreto de la traición la misma piel ardiente, es ser traicionado dignamente

San Valentín necesita un transplante, encontró a su novia entre las piernas de otro amante.

Necesita un nuevo corazón que hable y nuevo cuerpo que se mueva!!

Feliz San Valentín!!!!! .....si, ..Feliz está

Mostro Martín Macedo (lector de nuestro blog)


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4 comentarios:

Anónimo

Se nota que es su tema. Cambien de página!!

BocaDelcielo

ya mismo me corto las venas con la de James Blunt...jajaja

Rolando Escaró

"hoy el aguita salada..." fue un breve poema escrito por Betty Adler recordando a Luis Hernandez

 
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